Bloggers, ese tema tan espinoso para el PR.

 

Con todo el tema de las Relaciones públicas 2.0, sabemos que la forma de hacer relaciones públicas está cambiando, así como hacia donde enviamos la información y cómo la recibe la gente y a quién le cree más la gente. Sabemos que la mayoría de las personas, creen más a un peer que a un anuncio, por lo cual los bloggers han cobrado una gran importancia en el mundo. En México, estamos apenas empezando a ver esto, aunque para las empresas de tecnología resulta que por lo menos en los últimos dos años se ha comenzado a dar mucha importancia a ellos. A otras industrias todavía les falta mucho por aceptar esto, sin embargo, lentamente se darán cuenta…

Sin embargo, y el tema de este post, sale del trato que se debe dar a los bloggers, ya que no es lo mismo como se maneja la información ni la relación con un blogger que con un periodista, porque desde el inicio de su creación no es lo mismo. 

Encontré en un muy buen blog unblogged una guía de trato de bloggers, que resume en 7 puntos el trato general que las agencias de PR deben tener o esperar tener con un blogger. Creo que es un buen resumen de lo que una agencia debe tomar en cuenta con un blogger.

Algunas de las recomendaciones son bastante lógicas y básicas, como conocer el medio y de qué escriben en el blog, ser originales, no mandar el mismo comunicado de prensa setescientas veces, dar pruebas de producto, considerar que hay bloggers que viven de su blog al igual que un periodista, y considerar que hay contactos de prensa en los blogs.  Creo que a la fecha, a la gente de PR se nos olvida lo básico, que ya cambió la forma de comunicar, de mostrar imágenes, de escuchar, ver, etc.

Personalmente, a mi me gusta mucho tratar con bloggers, ya que ellos opinan, en general, lo que creen, no tienen compromisos comerciales con marcas, y tratan de ser más objetivos al criticar las tecnologías. No es algo que se cumple siempre, ni significa que los periodistas tradicionales no sean así, claro, pero me interesa siempre como manejan la información. Claro que al final, las relaciones públicas y los periodistas tradicionales están cambiando.  Estos, señores, son momentos muy emocionantes.